21 DE MARZO: Día Internacional de la POESÍA
Claro que se puede agradece la participación del escritor Sr Raúl Lelli en éste emprendimiento.
QUERIDOS AMIGOS, HOY SE CELEBRA EL DÍA DE LA POESÍA Y DESEO COMPARTIR CON USTEDES ESTE TEXTO QUE FUE PREMIADO EN ESPAÑA E ILUSTRADO POR LA FAMOSA PINTORA GRACIELA CASARTELLI YA QUE HABLA DEL POETA, EL CREADOR DE LA PALABRA ALADA.
EL SAPO Y EL POETA © Raúl Lelli
El joven se encontraba sentado a un costado del arroyo y esperaba ansioso el arribo del momento mágico con el cuaderno y el lápiz en la mano y en el alma un tropel de sentimientos nuevos que se deshojaban como una flor que entrega sus pétalos al ciclo de la vida queriendo ingresar al mar de las palabras para hacerse decir de hombre y de mujer enamorados.
En un
bolso llevaba un termo lleno de café,
también una manta y un paquete de galletas dulces, pues servirían de ayuda ya
que no sabía a que hora era la llegada de la musa inspiradora, pero el tiempo
era lo de menos, ya que era parte de lo que debía ser invertido; su corazón
quería expresar su amor por escrito con las rimas de la pasión a su joven
prometida y la noche calurosa comenzaba a cerrarse.
En el
firmamento, aparecieron las primeras luces plateadas como tucos lejanos en la
altura y el murmuro del agua ejecutó la nueva melodía de la noche, una más en
la página de la luna; y los chistidos alternados de una lechuza daban ritmo a
las notas musicales.
En
aquel lugar del bosque, una increíble cantidad de ojos invisibles aparecieron
ante el advenimiento intruso del poeta, que comenzó a dibujar letras en cada
renglón, como si un director de orquesta digitara una batalla de amor y poesía.
La
noche acontecía, se desplazaba por el firmamento y los segundos displicentes se
dirigían al infinito, en busca de los dioses, mientras su corazón ya transitaba
por los jardines de un edén donde se encontraban las flores de pétalos de letras.
De
repente, un ¡croack! grave sonó del otro lado del cauce y allí estaba don Sapo,
sentado en sus patas traseras sobre una piedra oscura de granito.
Vestía
de frack y lucía en la garganta un moño negro hermoso y también una galera
charolada y un pitillo con boquilla; y
dirigiéndose al muchacho dijo con una voz gruesa y educada: - ¡buenas noches,
joven poeta!, tal parece que hay un corazón en llamas en busca de la musa del
amor, para decirle a esta agraciada que, ¿hay quien desea desposarla? – hizo
silencio y tomando la boquilla desde la punta, la colocó entre los dedos de una
mano sacudiéndola en busca que la ceniza se desprenda; luego, con el humo del
tabaco dibujó en el aire un corazón precioso y con la brasa haciendo un
despliegue de artesano, le asestó la flecha de Cupido atravesándolo de punta a
punta.
Al
volar por el aire la humeante escultura cristalina, una murga de grillos
hicieron coro con sus ¡vivas! y las ranas de la charca aplaudían, pues la
presencia del amor había atracado, en ese lugar para ser puerto de destino.
El murmullo algodonado de la brisa fue el anuncio para que aquel joven de la noche abriera su corazón a la naciente poesía y un enjambre de luciérnagas junqueras se acomodaran sobre la rama del sauce más cercano y desde allí en esforzada tarea, la luz verdosa pero constante y cristalina fue la cómplice obligada de un amor candente que se derramaba hecho trazo en un papel de hojas blancas, para transformar sus renglones en jubilosas carreteras donde las metáforas y rimas buscaban refugio en un confín del infinito.
El mozo sobrepasado por la realidad de su amor y esa increíble vivencia, le agradeció a Don Sapo la pregunta y le dijo con palabras muy sencillas que a su amor en breve la desposaría.
Don
Sapo se acomodó al lado del poeta y mientras el amor se encargaba de la rima,
una melodía de ensueño por obra y gracia de los duendes, le animó a hacer de la
palabra, una bella canción con sus croares.
Algunos
autores atrevidos, mendaces o copiones, citan en fábulas apócrifas de la
existencia de duendes, grillos y también de sapos cantores, pero no cuentan
porque no saben, de porqué, el poeta enamorado trajo a su amada hasta ese
mundo, donde el Sapo reina y cada tanto, una boda celebra.
-FIN-
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