SERVICIOS SENTIMENTALES DE URGENCIAS A DOMICILIO: por Ramón Recalde


Debo ser honesto. La idea inspiradora me vino cuando leí un relato de la escritora Marta García, donde cuenta que siendo niña se le ocurrió una idea para hacerse de unos mangos. Recurrió nada menos que a escribir cartas a domicilio. El servicio incluía un amplio abanico temático; de amor, desamor, intimaciones y hasta "puteadas", siempre muy requeridas.
En mi condición de jubilado y heroico sobreviviente del Pami y de otras prestaciones como conseguir un turno de algún especialista antes que con la parca, encontré un nuevo nicho en el mercado para conseguir unos pesos tan necesarios ahora, y antes y antes de antes. Y creo que será un éxito.
Lanzaré un servicio de urgencias a domicilio con una amplia lista de rubros que seguramente iré ampliando. Por ejemplo, abrazos y arrumacos para angustiados, mimos para la desesperanza, consuelos y,no podía faltar, "puteadas" varias.
Experiencia y servicios
Tengo 71 años y como imaginarán, una larga experiencia, como si tuviera un título de postgrado. En materia de improperios cuento con una especie de diccionario Espasa Calpe, perfeccionado en tantos días de cancha. En este rubro, la fuente inspiradora son los señores árbitros, a los que nunca entenderé por qué eligen esa profesión que los hace sentir en un circo romano, rodeados de una tribuna que alienta a los leones para que se los coman de inmediato. En esas jornadas de fútbol y fernet con coca, he escuchado las "puteadas" más feroces contra el estoico caballero que aplica la ley con un silbato. "Parido durante un sunami, hijo de la mujer de Drácula o gorriado por el laiman".
Imagino que a estas horas la academia de epítetos de Talleres, está a full buscando material para dedicarle al árbitro que cobró el último penal. Tengo entendido que han convocado a los mejores especialistas del ramo.
Abrazos y arrumacos
Para los que sufren penas de amor, agudas o crónicas, el servicio incluye abrazos, mimos y arrumacos. Queda claro que por mi edad -y todo lo que ello significa- para evitar equívocos aclaro que la prestación se limita a gestos y acciones paternales. Podrán acudir con garantía las que sufren por abandonos, "gorreos" u otro tipo de trapisondas. Debo aclarar que soy un hombre de paz y no deberán insistir con el servicio de garrotazos, patadones y/o otros escarmientos.
Para recobrar la calma
Por último, debo informar que en el amplio rubro de prestaciones, ocupa un lugar privilegiado el de los improperios varios. Por ejemplo, si el caballero o la dama necesitan desahogarse al recibir la boleta de la luz o del agua, no dejen que la ira les provoque una enfermedad grave. De inmedito deberán llamarme y juntos utilizamos el recurso sanador de las "puteadas". La tarifa dependerá del tiempo que necesitará el sufriente para encontrar la calma. Mi experiencia indica que en algunas oportunidades hará falta una segunda dosis, o hasta tres en los casos más extremos. Y vuelvo a aclarar, no cuento con la prestación del garrote vil. Lo mío solo son abrazos, avalados por renombrados sicólogos. No dejen de llamarme, "no los voy a defraudar". Y deséenme éxito en mi nuevo emprendimiento.
Ramón Recalde


 

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